
La casa modesta, el plato sencillo y la trampa del lujo
¿Por qué nos avergüenza lo simple? ¿Qué fuerza invisible nos convence de que una casa modesta es un signo de fracaso, una prenda gastada un motivo de disculpa, o un plato sencillo algo que debe ocultarse? La vergüenza estética es una forma de dominación silenciosa, una imposición cultural disfrazada de aspiración legítima. Historia de un desprecio inducido Durante siglos, la estética estuvo vinculada a la funcionalidad. El hogar era un refugio, no un escenario; la ropa, una protección, no una vitrina; la comida, sustento, no espectáculo. Pero el auge del consumo como ideología ha redibujado esa lógica. Hoy, mostrar abundancia es mostrar poder. Y lo humilde se ha vuelto sospechoso. ...