
Detrás de la reacción: comprender las heridas que no se ven
Hay quienes gritan sin motivo aparente. Otros se aíslan o reaccionan con frialdad. Algunos explotan ante estímulos que otros apenas notarían. A menudo, nuestra primera reacción es juzgar: “exagerado”, “conflictivo”, “negativo”. Pero, ¿y si detrás de cada gesto abrupto hubiera una herida? ¿Y si cada reacción desproporcionada no fuera un defecto de carácter, sino una forma de proteger lo más frágil? Tendemos a observar el comportamiento visible y a olvidarnos del dolor invisible. Sin embargo, juzgar a una persona por sus reacciones sin comprender sus heridas es como juzgar un árbol solo por la forma de sus ramas, sin ver las tormentas que ha soportado bajo tierra. ...