
La incomodidad como brújula: cuando el malestar nos señala el camino
A menudo asociamos la incomodidad con el error. Si algo duele, lo evitamos. Si algo cuesta, lo posponemos. Si una idea nos sacude, la negamos. Hemos sido educados para buscar el confort, como si vivir bien significara vivir sin fricciones. Pero, ¿y si fuera precisamente lo incómodo lo que nos estuviera señalando la dirección correcta? La incomodidad no siempre es una señal de huida. A veces, es una invitación. Vivimos en una época que promueve el bienestar inmediato y la gratificación constante. Aplicaciones de entrega, entretenimiento a la carta, discursos de positividad perpetua… todo está diseñado para evadir el malestar. Sin embargo, como escribió Viktor Frankl, el ser humano no está hecho para la comodidad, sino para el sentido. Y muchas veces, el sentido se encuentra atravesando el malestar, no evitándolo. ...