
La paradoja de la inteligencia artificial: cuando más ayuda, menos pensamos
Hemos llegado a un punto en la historia en que la tecnología no solo nos asiste, sino que empieza a sustituirnos. En nombre de la eficiencia, hemos delegado tareas fundamentales a sistemas inteligentes que escriben por nosotros, eligen por nosotros, nos recuerdan lo que olvidamos y nos indican qué hacer, cuándo y cómo. Lo que al principio parecía una bendición —y en muchos sentidos lo sigue siendo— comienza a revelar su otra cara: una lenta atrofia de nuestras capacidades humanas más esenciales. ...