El cifrado como acto filosófico

En una época donde la vigilancia se ha normalizado y la exposición se celebra, cifrar un mensaje se convierte en una acción ética. No es una estrategia paranoica, sino un ejercicio de autodeterminación. Quien cifra sus palabras no busca esconderse, sino reclamar el control sobre lo que le pertenece: su pensamiento, su intención, su lenguaje.

“Quien no quiere la libertad para todos, no la quiere para nadie” — Rosa Luxemburg

En este contexto, cifrar el correo electrónico con GPG es resistir con elegancia. Es declarar que no toda comunicación es pública, y que el consentimiento es la base de todo intercambio legítimo.

¿Qué es GPG?

GPG (GNU Privacy Guard) es una implementación libre del estándar OpenPGP. Utiliza criptografía de clave pública para permitir a las personas firmar digitalmente y cifrar mensajes y archivos. A diferencia de los productos privativos, GPG es auditable, mantenido por una comunidad internacional y no depende de una empresa con intereses comerciales.

La estructura de clave pública y privada permite dos funciones principales:

  • Firmar: demostrar que el mensaje proviene realmente de usted.
  • Cifrar: garantizar que solo el destinatario deseado pueda leer el mensaje.

Un agradecimiento al Proyecto GPG

Desde este espacio queremos agradecer al equipo del proyecto GPG, que con disciplina, rigor y convicción mantiene esta herramienta libre, gratuita y confiable. Su trabajo ha sido clave para periodistas, activistas, investigadores, y ciudadanos que se niegan a renunciar a su privacidad.

“La privacidad no es para los pasivos. Debe ser reclamada.” — Edward Snowden (traducción propia de Greenwald, 2014)

¿Por qué firmar y cifrar correos?

  • Integridad: evita la suplantación de identidad.
  • Autenticidad: el receptor puede verificar que usted es el autor.
  • Confidencialidad: el contenido es ilegible para terceros.

El correo electrónico, en su forma estándar, es como una postal: cualquier nodo intermedio puede leerlo. Usar GPG lo transforma en una carta cerrada, firmada con su propio sello.


Guía práctica: cómo usar GPG para correo electrónico

🪟 Windows

  1. Descargue Gpg4win.
  2. Ejecute el instalador.
  3. Abra Kleopatra y cree un nuevo par de claves (Archivo → Nueva identidad).
  4. Exporte su clave pública para compartirla.
  5. Para usar GPG con correo:
    • Use Thunderbird con soporte OpenPGP (nativo desde versiones recientes).
    • Configure su cuenta y asocie su clave.

🐧 GNU/Linux (Debian)

  1. Instale GPG:

Para Debian/Ubuntu:

sudo apt install gnupg

En sistemas basados en Red Hat (como Fedora, CentOS, RHEL):

sudo dnf install gnupg

En distribuciones basadas en Arch Linux (como Manjaro):

sudo pacman -S gnupg

En sistemas basados en Alpine:

sudo apk add gnupg
  1. Genere un par de claves:
gpg --full-generate-key
  1. Exporte la clave pública:

    gpg --armor --export [email protected] > clave.asc
    
  2. Para cifrar un archivo:

    gpg --encrypt --recipient [email protected] archivo.txt
    
  3. Para firmar un archivo:

    gpg --sign archivo.txt
    
  4. Cliente recomendado: Thunderbird con soporte OpenPGP integrado.

🍎 macOS

  1. Opción A: instalar GPG Suite

  2. Opción B: usar Homebrew:

    brew install gnupg
    
  3. Cree y gestione claves desde la terminal o usando GPG Keychain.

  4. Para correo, use Thunderbird o Mail.app con integración desde GPG Suite.


Cómo compartir su clave pública

Puede compartir su clave pública en texto o como archivo .asc. Por ejemplo:

-----BEGIN PGP PUBLIC KEY BLOCK-----
[clave completa aquí]
-----END PGP PUBLIC KEY BLOCK-----

📎 Descargar nuestra clave pública GPG

También puede subirla a servidores públicos de claves (como keys.openpgp.org), aunque es preferible compartirla directamente con sus contactos de confianza.


Conclusión: la privacidad no se mendiga

Usar GPG es más que una práctica técnica: es una declaración política, un gesto ético y una defensa de la intimidad como territorio sagrado. Nadie debería tener que justificar su deseo de comunicarse en privado. La libertad empieza cuando no hay necesidad de pedir permiso.

“Donde hay poder, hay resistencia” — Michel Foucault (1976)


Referencias

  • Greenwald, G. (2014). No place to hide: Edward Snowden, the NSA, and the U.S. surveillance state. Metropolitan Books.

  • Proyecto GnuPG. (s.f.). The GNU Privacy Guard. Recuperado de https://gnupg.org