
La rutina también nos salva: una defensa ética de los días que se parecen
Una taza de café cada mañana. El mismo camino al trabajo. El momento silencioso antes de dormir. A primera vista, podrían parecer gestos insignificantes, repeticiones anodinas. Pero si se mira con más profundidad, se revela otra cosa: en esa repetición habita una forma de sentido, una estructura que sostiene nuestra identidad. La rutina, tan despreciada en discursos que exaltan lo espontáneo y lo extraordinario, es una de las arquitecturas más silenciosas y potentes de la vida humana. Esta entrada busca desmitificar la idea de que la rutina equivale a monotonía, y ofrecer en cambio una visión ética y reflexiva sobre su verdadero valor. ...