
Cuando el juego reemplaza la vida: el lado silencioso del ocio sin límites
No todo lo que entretiene, enriquece. No todo lo que se disfruta, construye. Y no todo lo que parece inofensivo lo es si se prolonga sin conciencia. Los videojuegos son hoy una forma de ocio globalmente aceptada, defendida y celebrada. Ofrecen mundos imaginarios, desafíos estratégicos, amistades virtuales, recompensas inmediatas y una experiencia inmersiva que pocas actividades igualan. Pero justo por eso, y sin que medie una mala intención, pueden convertirse en un refugio tan cómodo como empobrecedor. ...