
La trampa del optimismo: cuando la autoayuda intoxica en lugar de sanar
Vivimos una época en la que se espera que cada uno de nosotros sea su propio coach, su terapeuta, su guía espiritual y su empresa personal. Todo lo que necesitamos —según nos dicen— está dentro. Hay que visualizar, decretar, vibrar alto, agradecer, perdonar, y seguir siempre adelante. Nunca detenerse. Nunca dudar. Nunca caer. “Tú puedes con todo”, dice la taza. Pero, ¿y si no puedo? ¿Y si no quiero? ¿Y si necesito parar? ...