
El precio de la libertad digital: por qué ser independiente no debería costarnos la pertenencia
Abandonar Google, dejar WhatsApp, prescindir de Windows, renunciar a Instagram o a Gmail… Para muchos, eso suena a herejía tecnológica. En un mundo hiperconectado, intentar tomar el control de la propia tecnología se ha convertido, paradójicamente, en un acto marginal. Lo que debería ser una muestra de autonomía, responsabilidad y pensamiento crítico, se vive muchas veces como castigo: incomunicación, estigmatización o aislamiento funcional. “En un mundo donde lo normal es la dependencia, la libertad parece una desviación.” — DesdeLaSombra ...