
Respeto sin condiciones: por qué la edad no otorga derechos exclusivos
En muchos contextos sociales se ha perpetuado la creencia de que las personas mayores merecen automáticamente más respeto que las demás, como si la edad por sí sola validara una forma superior de existencia moral. Esta visión no solo es errónea, sino que atenta contra un principio fundamental de la ética: el respeto no se negocia, se debe a toda persona por igual. El respeto no es una moneda que se otorga por mérito, logros o cronología. Es un deber moral incondicional, fundado en la dignidad inherente a todo ser humano, sin importar su edad, condición o trayectoria vital. ...