
Heredar el peso: la trampa silenciosa del legado
Nos educaron para dejar huella. Para no ser olvido. Para construir algo que nos sobreviva. Un hijo, una empresa, una obra, una reputación. La muerte, nos dijeron, no duele si se tiene legado. Como si la vida pudiera justificarse por lo que deja atrás. Pero ¿y si esa promesa de trascendencia es una trampa? ¿Y si en el intento de dejar algo, terminamos dejando de vivir? ¿Qué ocurre cuando el deseo de ser recordados pesa más que el deseo de estar presentes? ...