
El primer clic hacia la libertad: empezar el camino de la privacidad digital
¿Y para qué preocuparse, si ya tienen todos mis datos? ¿Qué sentido tiene proteger mi privacidad si estoy rodeado de cámaras, cookies y algoritmos que saben más de mí que yo mismo? Este tipo de frases —pronunciadas con resignación, sarcasmo o cansancio— son cada vez más frecuentes. Y no son casuales. Forman parte de un discurso cultural profundamente extendido: la idea de que proteger la privacidad digital es inútil, demasiado difícil o simplemente irrelevante. ...