
El arte de estar solo sin sentirse vacío: reconciliarnos con nuestra propia compañía
Existe un silencio que no hiere. Una pausa que no pesa. Una soledad que no aísla. Y aunque a menudo tememos estar solos, hay un tipo de soledad que no solo es saludable, sino profundamente necesaria: la que nos devuelve a nosotros mismos. Estar solo no significa estar incompleto. Sentirse vacío, sí. La cultura contemporánea ha glorificado la hiperconexión, la pareja constante, la validación externa. Nos han enseñado que el ruido social es sinónimo de pertenencia, que la agenda llena es signo de éxito y que el amor propio siempre debe traducirse en compañía. ...