
Cuando el rechazo nubla la razón: la trampa de juzgar por antipatía
Vivimos en una era donde las opiniones se propagan con velocidad y el juicio sobre quienes las emiten parece ser tan relevante como las ideas mismas. Basta con que alguien “nos caiga mal” —por su forma de hablar, su historia personal, su éxito mediático o incluso su rostro— para que descartemos cualquier argumento que provenga de su boca, sin detenernos a evaluar si tiene o no fundamento. La trampa del ad hominem Este fenómeno, conocido como ad hominem, es una de las falacias lógicas más comunes y también una de las más peligrosas. Consiste en atacar al emisor en lugar de refutar el contenido del mensaje. Lo más inquietante es que muchas veces no se necesita un ataque explícito: basta con sentir rechazo emocional hacia una persona para que nuestra mente cierre toda posibilidad de comprensión. ...